Xiao Rufeng se veía molesta y fastidiada al mismo tiempo, dejando a Yan Xiuchen desconcertado. Durante las semanas que habían estado juntos, nunca habían discutido, y esta era la primera vez que él veía esta expresión en ella.
—¿Pensaste que me iría a vivir contigo a pesar de la objeción de mi manager? ¿Podrías confiar un poco en mí, por favor? —dijo y colocó una mano sobre la mano derecha de Yan Xiuchen, que descansaba sobre sus rodillas.
Yan Xiuchen la miró y asintió, pero era claro para Xiao Rufeng que él aún estaba perturbado por su encuentro con Jin Qiu.
—Confío en ti. Es solo... que no confío en los demás. —admitió en voz baja.
Según lo que él sabía sobre Xiao Rufeng, ella no era el tipo de persona que jugaría con los sentimientos de alguien más.