El apartamento era lujoso. En la planta baja, tenía una sala de estar, una amplia zona de comedor, una cocina ultramodular con una despensa separada, una recámara principal, un estudio y una habitación de servicio.
La sala de estar era enorme, contaba con un sofá semicircular de buen tamaño con una hermosa mesa de centro de cristal. Había una gran pantalla de televisor frente a él, que daba una sensación de cine en casa. Detrás del sofá, había un área de comedor con una mesa de madera rectangular de color marrón oscuro. El área de comedor estaba elevada por dos escalones de la sala de estar. La sala de estar tenía grandes ventanales del suelo al techo que permitían que el cuarto se bañase en luz solar brillante. Las ventanas tenían cortinas que llegaban al suelo. Las paredes estaban teñidas mayormente en un color beige claro, que combinaba perfectamente con los pisos de madera y los muebles de la habitación.
Un sirviente entró a la sala de estar desde la cocina y sirvió agua a los hermanos Jiang.
Mo Ruolan estaba feliz de ver a ambos y preguntó:
—¿Cómo estuvo su vuelo? Oí que fue cancelado en el último momento, y tuvieron que conseguir otro boleto.
Después de tomar agua, Jiang Yuyan respondió:
—Fue bueno, excepto por el hecho... un maníaco derramó mi café y ni siquiera se disculpó —ella parecía bastante enfadada al recordar el incidente.
«Pero… era jodidamente guapo… sí», pensó y sonrió. «¡Espera! ¿Qué? ¡No! ¿Por qué estoy pensando en él?».
Gruñendo por el giro de sus propios pensamientos, casi escupió el agua que tenía en la boca. «Debo haber perdido la mente». Sacudió la cabeza y volvió a la realidad.
Su padre, Jiang Peizhi, la miró con curiosidad y preguntó:
—¿Quién se atrevió a molestar a mi princesa? —preguntó mientras sonreía.
En lugar de ella, su hermano respondió:
—No es nada, padre. Ya conoces el temperamento de Jiang Yuyan y su amor por el café —Dándole una palmada en la cabeza a su hermana, continuó:
—Tranquila, pájaro enojado.
Jiang Yuyan estaba molesta por este acto y rápidamente se quejó:
—¡Lo haré! Después de todo, estás aquí por mí, mi dulce profesor de control de la ira, 'Matilda'.
—¡Eh! Llámame 'Chuck' al menos, no 'Matilda'.
—Sí... ¡sí! Eso también te queda bien. No hay pausa en tu boca —Hizo una pausa y luego continuó:
—Bueno... 'Bomba' también te queda, ya que siempre haces que me explote la cabeza de ira con tu carácter molesto, ¿verdad? —dijo Jiang Yuyan, rodando los ojos.
—No sabía que tenía características tan magníficas. Trataré de añadir más y respecto a molestarte, eso es mi derecho de nacimiento, hermanita —Jiang Yang le guiñó un ojo y le dio una sonrisa traviesa.
Los padres estaban acostumbrados a las bromas entre los hijos y sabían que demostraba el amor que tenían el uno por el otro.
—Mamá, me muero de hambre —dijo Jiang Yang mientras se frotaba el estómago con la mano en movimientos circulares.
—Mamá, yo también —dijo Jiang Yuyan.
—Claro, deberías tener hambre después de todo el altercado que tuvimos por ese asunto importante en el avión —bromeó Jiang Yang.
Jiang Yuyan lanzó una mirada fulminante a su hermano para que dejara de mencionar esos asuntos y se volvió hacia su madre, —Mamá, me muero de hambre. ¡Apúrate! No quería darle a su hermano la oportunidad de desenterrar muertos.
—El desayuno está listo, querida. Pero primero, ambos vayan a sus habitaciones a refrescarse, luego bajen para el desayuno —Mo Ruolan se levantó del sofá y dijo—. Déjenme mostrarles sus habitaciones. Dicho esto, los guió hacia el conjunto de escaleras en el otro lado de esa enorme sala de estar.
En el primer piso, había dos habitaciones; una habitación a cada lado de la escalera. Había un largo corredor enfrente de la escalera, dividiendo las habitaciones. Al final del corredor, había una puerta de cristal que se abría hacia un balcón bastante grande que había sido convertido en un mini jardín, con diferentes tipos de plantas decorativas hermosas y una mesa de café de madera en el centro.
La habitación del lado derecho de la escalera pertenecía a Jiang Yuyan y la otra habitación del lado izquierdo a Jiang Yang.
Al llegar arriba y terminar de conocer sus habitaciones, Mo Ruolan instruyó, —Todo lo que necesitan ya está en sus habitaciones. Aun así, si necesitan algo, llámenme.
Ambos asintieron y se fueron a sus habitaciones. Mo Ruolan regresó abajo a la cocina.
Cuando Jiang Yuyan entró a la habitación, vio que el interior de la habitación estaba de acuerdo a su gusto. La habitación era brillante y colorida; todos los colores contrastando con el fondo blanco.
A Jiang Yuyan le gustaba todo colorido y fresco. Creía que la vida debería ser brillante, no opaca y había una razón, ya que había pasado por los momentos más oscuros de su vida. Las paredes estaban mayormente teñidas de blanco, con algunos grandes parches de colores aleatorios en algunos lugares. Los muebles tenían laminados de diferentes colores con el contorno del blanco. Las cortinas, las sábanas y las almohadas eran de color verde claro, dándole a esta habitación blanca una apariencia fresca. Su habitación parecía una hermosa pintura.
En el centro de la habitación, había una cama de tamaño queen adosada a la pared detrás de ella, con una mesita de noche con dos cajones. El armario estaba lleno con los hermosos vestidos, bolsos, accesorios, cosméticos, calzado y todo lo que necesitaba, pero lo que más la sorprendió fue que un lado del armario estaba lleno solo con su tipo de ropa favorito, y eso eran diferentes tipos de jeans, camisetas y zapatillas deportivas que a su madre no le gustaban tanto.
—Estas personas están intentando mucho complacerme —murmuró Jiang Yuyan mientras revisaba su armario, pero ella no sabía, la caja de Pandora no estaba completamente abierta aún, ¡y estaba por llevarse una gran sorpresa pronto!