Lu Lijun miró a Jiang Yuyan con interrogación, como de costumbre, sin decir una palabra, pero su mirada fue suficiente para que Jiang Yuyan entendiera lo que significaba.
—Lu Lijun, necesito tu ayuda —cuando Jiang Yuyan lo dijo, Lu Lijun continuó mirándola para saber más y Jiang Yuyan continuó.
—Jugaremos un juego temprano en la mañana pero este es el juego real, no el de la laptop. ¿Entiendes? —Jiang Yuyan preguntó, mirándolo a los ojos y esperando obtener alguna reacción de él.
Mirando a Jiang Yuyan durante un rato, Lu Lijun asintió, aunque no sabía a qué se refería Jiang Yuyan. Era un niño obediente que siempre estaba listo para hacer lo que Jiang Yuyan le pidiera sin hacer preguntas.
—Levántate y prepárate, tenemos que ir a algún lugar —ordenó Jiang Yuyan y Lu Lijun asintió.