```
Al ver a Lu Lijun estallar en cólera, Jiang Yuyan entendió cuál era el problema y dijo
—Cálmate, Lu Lijun —pero fue en vano.
Sin reaccionar ante ellas, Lu Lijun se movió a otra mesa al otro lado de la puerta solo para tirar otro jarrón al suelo. Lo lanzó al otro lado de donde estaban paradas estas dos mujeres para que no lastimara a nadie.
Ambos jarrones de porcelana de tamaño mediano idénticos, colocados en los soportes de madera a cada lado de la puerta, se hicieron pedazos.
Ning Jiahui se apresuró a detenerlo de romper otras cosas y antes de que se lastimara, pero en el momento en que Ning Jiahui sujetó su mano, él la retiró con un tirón fuerte y se movió hacia otros objetos decorativos en la sala de estar guardados en los estantes de madera. Sus intenciones eran claras.
