—¿Cómo estás, Lu Lijun? —preguntó Qin Xiu, pero Lu Lijun no respondió así que Jiang Yuyan respondió por él—. Él está bien. Lo voy a llevar a algún lugar así que podemos hablar más tarde.
—¿Fuera? —preguntó Qin Xiu y Jiang Yuyan solo murmuró afirmativamente.
Qin Xiu no preguntó nada ya que pudo sentir que no era bienvenida allí y, después de decirles que se cuidaran a ambos, se fue.
Después del desayuno, Jiang Yuyan le pidió a Lu Lijun que la acompañara a algún lugar y Lu Lijun obediente salió de la cama.
Cuando ambos bajaban las escaleras, los miembros de la familia presentes en la sala de estar se sintieron felices y, al llegar abajo, todos pensaron que los dos se acercarían a ellos pero ocurrió lo contrario.
Jiang Yuyan tomó directamente el camino de la puerta principal de la mansión y eso sorprendió a los demás. Ning Jiahui se levantó y quiso preguntar a dónde iban, pero antes de eso Jiang Yuyan se detuvo en seco y dijo:
