Cuando Jiang Yuyan se levantó para subir las escaleras, Lu Feng la siguió.
—Déjame ayudarte.
Diciendo esto, Lu Feng le ofreció su mano.
Jiang Yuyan tomó suavemente una de sus manos y la otra mano de él la rodeó por detrás para sostenerla del brazo del otro lado. Jiang Yuyan necesitaba apoyo para subir las escaleras, ya que aún estaba débil para subir todos esos peldaños.
Asegurando a los demás sobre su hermana, Jiang Yang siguió a Lu Feng. A mitad de las escaleras, Jiang Yuyan encontró difícil subir y se sintió cansada y sin aliento. Sin pensarlo dos veces, Lu Feng la levantó en brazos y la llevó a la habitación de Lu Lijun.
Jiang Yuyan no se resistió ya que Lu Feng no era un extraño para ella. Él era uno de los que siempre se preocupaban por ella. Además, no había otra manera y todo lo que quería era llegar a Lu Lijun lo antes posible.
