Teodoro, que había estado intrigado por las alas de Calhoun y su presencia, ahora entendía lo que quería hacer. Ofreció su ayuda a Calhoun diciendo
—Seré la persona que vigila tu espalda y te ayuda a lograr tus objetivos. Sé que quieres vengarte de los eventos pasados.
Los ojos de Calhoun, que estaban cerrados, se abrieron y él se sentó. Miró a Teodoro
—Podrías ser atrapado y ejecutado. ¿Estás dispuesto a dar tu vida? —exigió Calhoun.
Con el trasfondo de Teodoro y su involucramiento con las mujeres de la alta sociedad, Calhoun no estaba seguro de cómo iría.
Teodoro inclinó su cabeza
—Dudo que sea ejecutado tan fácilmente. ¿Tienes un plan? —preguntó Teodoro, ajustando sus gafas en su rostro.
Calhoun asintió con la cabeza
—Siempre hay un plan.