Madeline estaba mirando a su yo más joven, esperando que sus abuelos hicieran algo sobre el dolor, pero parecían como si alguien hubiera asesinado en masa a personas. El temor empezó a llenar la cara del abuelo de Madeline, y susurró —Esto no debería estar sucediendo. L-Las alas.
—Los ángeles caídos no tienen alas —su abuela retrocedió en shock—. ¿Qué significa esto?
—Esto es peor de lo que pensé —murmuró su abuelo por lo bajo—. Nunca lo habría adivinado. Nadie ha resultado así antes, pero ha habido susurros sobre ello. Pensé que era un mito, un rumor. Un ángel con alas es solo aquel que reside en los cielos. Un ángel caído con alas no es menos que un mal augurio. Él vendrá por ella... Necesitamos llevarla a Walter ahora mismo.
—¿Él? —preguntó su abuela y incluso Madeline tenía curiosidad por saber de quién hablaba su abuelo.
—El primero caído —respondió el hombre, un aliento tembloroso escapando de sus labios.