En medio del caos, Belisario observó cómo Lucas luchaba contra la horda de demonios en el aire. Sus movimientos eran rápidos y feroces, derribándolos uno tras otro. Al ver esto, Belisario utilizó sus habilidades para ayudar. Los demonios aullaban, llenando el aire con un sonido siniestro.
Mientras tanto, una extraña sensación comenzó a agitarse dentro del cuerpo de Rosalind. Era como un zumbido, una suave vibración que parecía resonar desde lo más profundo de su ser. El portal, en lugar de resistirse, parecía invitarla a acercarse, llamándola hacia adelante.
Sintió materializarse una barrera frente a ella, protegiéndola de los peligros de la batalla. Era como si el portal reconociera su proximidad al combate y buscara protegerla.
Entonces, Rosalind dirigió su atención hacia Lucas y Belisario.