Recomendación Musical: Ojalá pudiera pasar el día contigo - Mychael Danna
—Eva estaba envuelta en los brazos de Vincent. Una brillante sonrisa apareció en sus labios cuando él mencionó lo mucho que la extrañaba a pesar de que parecía que solo habían pasado unos segundos desde que se vieron. De repente, sintió que el cuerpo de él se tensaba, y se alejó de ella. Miró sus ojos azules y dijo,
—¿Tú eres mi Eva, verdad? —dijo él.
Por un momento, Eva parpadeó ante lo que Vincent dijo, y luego estalló en risas. Respondió —¿A qué te refieres con eso? Por supuesto que soy tu Eva,— se sentó erguida y se inclinó para besar su nariz.
Por un momento, Vincent estuvo preocupado de que la diosa del mar le hubiera jugado una broma terrible, porque no había escuchado a Eva hablarle hasta ahora. Colocó su mano en el lado de su cabeza, acariciándola suavemente, y suspiró,