Recomendación Musical: Come Home de The Newton Brothers
En la mansión Moriarty, donde la mayoría de las personas se habían retirado a sus habitaciones debido al frío y la hora, algunos todavía estaban despiertos. La nieve seguía cayendo lentamente desde el cielo.
Eugenio se sentó en la silla colocada justo al lado de la cama de Rosetta, donde la joven vampireza finalmente se había quedado dormida después de que sus palabras se convirtieran en palabras incoherentes. Se levantó y devolvió la silla a su lugar.
—Eugenio —llamó Rosetta su nombre, y él se preguntó si se había despertado de su sueño.
—¿Dama Rosetta? —Eugenio se acercó de nuevo a la cama, solo para darse cuenta que la vampireza hablaba dormida.
—...gene, quédate conmigo. Yo te... protegeré... —murmuraba Rosetta en su sueño.