Recomendación Musical: Mary's Nightmare- Amelia Warner
Unos días más tarde, el joven Noah caminaba por los pasillos de su mansión después de haber terminado con las clases del Señor Wheeler en su sala de estudio. Los sirvientes y criadas que pasaban por su lado se apresuraban en detenerse y hacerle una reverencia hasta que él desaparecía de su vista antes de continuar con su trabajo.
Se encontró con el mayordomo, quien le informó con una postura y expresión sobrias:
—Amo Noah, se han preparado refrigerios para usted en el comedor.
Noah miró fijamente al mayordomo y dijo:
—No tengo hambre.
—El Señor Sullivan insistió en que usted coma y no se salte sus comidas —le informó el mayordomo, con sus ojos observando fijamente al joven.
—Entonces puedes dárselo a él —respondió Noah antes de caminar hacia la entrada de la mansión.
—Amo Noah, se le ha prohibido salir de la propiedad de la mansión —le recordó el mayordomo.