Recomendación Musical: Angela- Cara de Flor
Eva regresó a la sala de estar con una toalla en la mano y ropa para Vincent. Pero cuando entró en la habitación, el corazón se le salió del pecho al ver la escena ante ella.
Como si fuera su casa, Vincent se había quitado la camisa y la había colgado en el respaldo de la silla junto a la chimenea. De espaldas a ella, sus ojos cayeron en su ancha espalda que se estrechaba a medida que su mirada bajaba más y más, con su corazón latiendo cada vez más rápido. Afortunadamente, todavía llevaba puestos los pantalones y Eva suspiró.
Cuando Vincent levantó la mano para pasar sus dedos por su pelo mojado y peinarlo hacia atrás, los músculos de su brazo y hombro se tensaron con su movimiento. Al sentir su presencia, se giró. Sus ojos rojo cobrizo se habían vuelto completamente rojos al cruzarse con los de ella.