—¿Te sientes mejor? —preguntó.
—Mejor —su respuesta fue corta, donde ella se había vuelto más callada en comparación a cuando había salido del campanario con él antes.
—¿Y tú? —le preguntó a él.
—Absolutamente fantástico. Cuando acompañaba a mi familia, pensé que sería un aburrido paseo por las calles hasta que te conocí. Tal como la vida se ha vuelto interesante después de conocerte —una sonrisa se dibujó en los labios de Vincent y echó su cabeza hacia atrás, mirando a Eve por encima del hombro y respondió.
—¿Tu familia no se preguntará dónde has ido?
—Vivirán sin mí a su alrededor. A mi querida madre le preferiría eso que oírme pincharla —una sonrisa estaba fija en el rostro de Vincent. Mientras continuaba mirándola, Eve abrió la tapa del contenedor que sostenía y bebió agua de él. Él dijo:
—Me di cuenta de algo.
—Tragando el agua, ella preguntó: ¿Qué es?