—Mientras Vincent la guiaba hacia la pista de baile, Eve notaba cómo los ojos de la gente se posaban en ellos. Había sido difícil mantener un perfil bajo, y caminar con Vincent sujetándole la mano era todo lo contrario a pasar desapercibida. No se atrevía a mirar a nadie mientras lo seguía. El agarre de Vincent sobre su mano no era áspero ni la arrastraba con fuerza, pero era lo suficientemente firme como para hacerle saber que no podía escaparse de él.
Al llegar a la pista de baile, algunas parejas se retiraban ya que habían terminado de bailar, mientras que algunas se sentían intimidadas por compartir el espacio con Vincent Moriarty.
—Creo que voy a desmayarme —susurró Eve.
—Respira, nadie va a matarte —escuchó a Vincent decirle, pero su visión se nublaba levemente por el pánico y la ansiedad.
Eve parpadeó unas cuantas veces mientras estaba frente a Vincent. Calmó su respiración y finalmente encontró sus ojos. Le preguntó en voz baja: