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Fang Zichen todavía estaba aturdida cuando todos se fueron. No podía creer lo que estaba pasando con ella. Estos días habían sido como una montaña rusa para ella.
Primero, vio a Qin Yan que era idéntica a ella. Luego Chu Xing apareció en sus vidas de la nada. La esperanza de que Qin Yan fuera su hija se desvaneció con los resultados de la prueba de ADN falsificados. Finalmente, cuando ya estaba mental y emocionalmente preparada para aceptar a Chu Xing como una hija, se enteró de sus malas acciones y ahora tenía una nueva información que Qin Yan era su hija biológica.
Todo esto era demasiado. Junto con que su salud física no estaba bien, el estrés mental le hacía palidecer el rostro. Tambaleaba en sus pasos.
—¡Madre, ten cuidado! —Qin Yan rápidamente atrapó a Fang Zichen y evitó que cayera.