—Humano —un gruñido bajo salió de la garganta del hombre, haciendo fluctuar el aire—, ¿por qué has invadido mi territorio? —Avanzó imponente sobre Sue Ming. Aunque sabía que ella era fuerte, quizás incluso más que él, no era como si él fuera débil.
—¿Invadida? ¡No he hecho tal cosa! —dijo Sue Ming, sonriendo ligeramente—. En cambio, estoy aquí para darte una información que quizás quieras saber.
Los ojos del tigre brillaron y se formó un ceño en su rostro mientras extendía sus garras.
—Humano —gruñó una vez más, pero de manera mucho más amenazante—, no me gustan los juegos. Di a qué has venido.
La sonrisa de Sue Ming se desvaneció gradualmente de su rostro, no le gustaba el tono del tigre. Sin embargo, dado que no había venido aquí a iniciar un conflicto, tomó una respiración profunda y se dijo a sí misma: "No estoy aquí buscando pelea".
Volviendo a sonreír, Sue Ming dijo:
—Tengo información sobre un zorro solitario de 9 colas.
