Después de casi medio día de interrogar a la gente de Ciudad Zorro Lunar, Sue Ming y sus subordinados se reagruparon.
—Entonces, ¿qué más aprendieron sobre Mira, María o Celaine? —preguntó Sue Ming, haciendo que sus subordinados bajaran la cabeza avergonzados.
Sue Ming entrecerró los ojos.—¿No aprendieron nada nuevo?
Ellos movieron la cabeza negando con reticencia.
—¿Entonces qué estuvieron haciendo la última media jornada? —preguntó Sue Ming con voz tranquila.
Diana decidió hablar.—Intentamos descubrir más sobre ellas, pero Mira es como un fantasma. Nadie sabía más que información básica sobre ella. Todos solo decían que era una maniática del entrenamiento. Mientras tanto, el caso de María es un poco diferente. Hay mucha información disponible, pero toda es inútil. Solo sabemos que ha pasado un tiempo desde que María ha regresado. Y sobre Celaine, no pudimos encontrar ninguna información además de que era Discípula de la Secta Doncella de Batalla.
