—¡Ahora, bailemos! —Mira sonrió y avanzó para atacar al Número Tres.
—¡Oh no, tú no! —La espada en llamas del Número Uno se estrelló sobre Mira.
*BANG*
—Mira levantó su guadaña y bloqueó el ataque, pero aún así fue lanzada por el aire debido al enorme poder detrás del ataque.
—¡Mierda! ¡Apenas pude reaccionar a ese ataque! ¿Es este el verdadero poder de alguien en el Reino de Alma Nascente? —Mira pensó para sí misma mientras daba volteretas en el aire y aterrizaba grácilmente sobre sus pies.
—La sonrisa juguetona había desaparecido de su rostro, y sus ojos se estrecharon peligrosamente.
—Parece que los he subestimado, pero no importa. Ya no soy la misma de hace dos meses.
—Mira rápidamente recuperó su orientación y decidió concentrarse en el Número Uno por ahora. Con su percepción y reflejos instantáneos, debería poder esquivar los ataques del Número Dos y Tres por ahora.