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De repente, Mira entró en un estado de iluminación durante una lucha con una de sus subordinadas. El aura a su alrededor se volvió pesada y asfixiante, haciendo que las mujeres a su alrededor retrocedieran asustadas al sentir que sus vidas desfilaban ante sus ojos.
María notó esta anomalía e inmediatamente pasó a la acción, apartando en silencio a todos de Mira para no perturbarla.
—Parece que Mira está pasando por algún tipo de iluminación. Ustedes pueden quedarse aquí y mirar, pero asegúrense de quedarse detrás de mí. No queremos que Mira accidentalmente las transforme en pasta de carne, ¿verdad? Jeje~ —susurró a todos María.
María rió entre dientes, pero esto envió escalofríos por la espina dorsal de las chicas. No tenían idea de cuán fuerte era Mira actualmente y habían olvidado este hecho ya que parecía haber reducido su fuerza para enfrentarlas.
