Después de completar su residencia, María y Mira terminaron su registro en la oficina de registro. Tuvieron que someterse al mismo trato que los Discípulos de Prueba durante su registro. Sin embargo, además de una placa, también recibieron una ficha para colocar fuera de su residencia.
Esta ficha es técnicamente solo un rastreador que permitirá a los superiores encontrar a Mira fácilmente sin perder tanto tiempo si alguna vez necesitan hablar con ella personalmente o necesitan algo de ella.
Mira también recogió los libros que la Anciana Sandra dijo que le daría como recompensa.
Después de arreglar todo, las dos pasaron el resto del día relajándose hasta que finalmente llegó el momento de ir al Salón de Misiones para aceptar su primera misión.
¡Esto era lo que más emocionaba a Mira! ¡Finalmente tendría la oportunidad de probar sus nuevos poderes!