El silencio reinaba en la zona mientras las jóvenes se preguntaban si sería tan fácil.
La Anciana Sandra sonrió con suficiencia al ver sus expresiones confundidas pero ligeramente esperanzadas.
—Hehe~ Por supuesto, las cosas no serán tan fáciles para ustedes. Tienen exactamente 24 horas para llegar allí.
Las expresiones de todos los presentes se volvieron extáticas excepto por algunas que eran escépticas de todo esto.
—Sé lo que están pensando, y estoy segura de que muchos de ustedes pueden llegar a la Corte Exterior en menos de una hora sin demasiados problemas, pero les aseguro que no será tan fácil. Además, para darles un poco de incentivo para que se enfrenten entre sí, las diez primeras personas con más fichas podrán pedirme una cosa. Lo que sea, ya sea una técnica, mentoría, recursos, píldoras o armas. Por supuesto, hay un límite para lo que puedo ofrecer, pero mientras no pidan nada escandaloso, lo haré.