Mira y María sintieron como si una corriente eléctrica hubiera recorrido sus cuerpos en cuanto sus labios se tocaron. Era diferente a cualquier cosa que hubieran experimentado antes. Esto era especialmente cierto para Mira. Nunca supo que un beso podría estar lleno de tanto amor y cuidado. Lo que lo hacía aún mejor era que lo estaba haciendo con la persona con quien quería pasar el resto de su vida.
Era una sensación tan adictiva que Mira quería que este momento durara para siempre. Así, rodeó con una de sus manos la cintura de María y puso la otra detrás de su cabeza para acariciar suavemente el cabello de María.
—Mmm~ —María dejó escapar un leve gemido en la boca de Mira cuando sintió que Mira la acercaba más e incrementaba la intensidad del beso.
Cuando Mira lo escuchó, sintió como si se encendiera un fuego dentro de ella. ¡Quería escuchar más!