—Ugh…
Un pequeño gruñido se le escapó de la boca a Mira mientras sus ojos temblaban. Lentamente, sus ojos se abrieron por completo, revelando al mundo un hipnótico pero aterrador par de ojos carmesí con pupilas verticales como las de un gato, que exudaban una incontrolable presión sangrienta.
La intención de matar que inconscientemente se filtraba de los ojos de Mira sobresaltó a Elenei y a Rhydian, que en ese momento volaban por el aire.
—¡Mira! ¿¡Estás despierta?! —exclamó Elenei sorprendida, e incluso Rhydian miró a Mira con desconcierto.