De camino a casa, Leah no dejaba de intentar tener avances sexuales con Mira, pero esta última no le prestaba atención.
La mente de Mira estaba en un lugar completamente diferente, pensando en cómo finalmente podría terminar con esta prueba y comenzar su avance hacia el Reino de Formación del Núcleo. Sabía que su poder aumentaría exponencialmente una vez que traspasara el límite, y tenía la sensación de que este avance le proporcionaría más beneficios de los que podía imaginar.
No pasó mucho tiempo antes de que ambas entraran al Reino Élfico, pero Mira exigió que Leah la llevara a ver el Árbol del Mundo de inmediato en lugar de descansar.
Leah solo pudo aceptar a regañadientes, aunque deseaba que hicieran... otras cosas.
Las dos atravesaron una parte del Reino Élfico a la que solo la Reina tenía acceso.