Unas horas después de seguir al Jefe de Sucursal, todos los mercenarios que escogieron participar en esta expedición estaban ahora frente a un inmenso barranco. Era tan profundo que ni siquiera se podía ver el fondo.
Sin embargo, lo extraño era que el barranco no era ni tan largo ni tan ancho. Probablemente solo tenía unas pocas docenas a cien kilómetros de largo y tal vez 20 kilómetros de ancho. Mira incluso había visto cañones más grandes en otros Mundos Mortales sin Qi!
¡Algunos de los otros abismos alrededor de la Ciudad Quake son más largos y anchos que este! Muchos de los mercenarios se sorprendieron por esto, pero el Jefe de Sucursal, Robin, y los otros 3 hombres que vinieron con ellos no se sorprendieron.
Sabían que esto no era un cañón, sino los restos de una mina de Piedras Espirituales que ya había sido excavada y que este abismo probablemente era mucho más grande de lo que parecía desde la superficie.
