—¿Estás segura de que quieres ir, Mira? ¡Estoy segura de que sabes lo peligroso que es! ¿Realmente necesitas arriesgar tu vida por solo un poco de aventura? —María preguntó nerviosamente, pero ya sabía que era imposible convencer a Mira de no ir.
—Mmhm. Tengo la sensación de que podría encontrar algo útil aquí. ¿Quieres entrar, Elenei? —preguntó.
—No, gracias. Me quedaré aquí y protegeré a estas dos. Si algo sale mal, solo contáctame a través de nuestro vínculo. Haré lo mejor que pueda para venir a buscarte —respondió Elenei.
Elenei se transformó en un pequeño pájaro y se posó en el hombro de Celaine. Mira asintió a las tres y caminó hacia la niebla con tanta anticipación como un poco de temor en su corazón.
Cuando estuvo al alcance de la niebla, decidió hacer un poco de pruebas. No es lo suficientemente tonta como para simplemente entrar en una niebla púrpura-negra sin saber qué puede hacer.