De mala gana, el grupo de la Secta de los 8 Elementos Profundos se dirigió hacia María, quien ya había destazado una bestia y comenzado a cocinar.
Esto no era porque decidieron confiar en Celaine, no, la razón principal por la que decidieron seguirle el juego a María y Celaine, por ahora, era por su líder de grupo.
La sensación que le daba Celaine era la misma que cuando estaba frente al Líder de la Secta, tal vez peor. La mirada en sus ojos y el aura que desprendía eran cualquier cosa menos simples. Por alguna razón, sentía que si intentaban algo gracioso, no tardaría ni una fracción de segundo en rodar su cabeza.
Otro enorme disuasivo es saber que ese diablo loco, Mira es parte de su grupo. Si estas dos ya son tan fuertes entonces seguramente Mira no era más débil que ellas. La única diferencia es que ella es una psicópata.