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—¿Sucedió algo bueno, María? Parece que te han golpeado como de costumbre —comentó Celaine.
—¡Sí! ¡De hecho, pude darle unos buenos golpes a Mira! Bueno, ella estaba suprimiendo su fuerza para igualar la mía, pero poder dar unos buenos golpes ya es suficiente para mí... al menos por ahora! —exclamó María haciendo una pose de victoria, aunque sea ella la que haya sido golpeada.
Celaine se sorprendió al escuchar eso, pero no era nada demasiado impactante. Estas dos probablemente saben todo lo que hay que saber la una de la otra en cuanto a combates de entrenamiento. Más bien, sería más sorprendente si María nunca hubiera podido hacerle nada a Mira después de todo este tiempo y entrenamiento.
—¡Eso es increíble! Sigamos trabajando duro para que algún día podamos derrotar a Mira juntas —dijo Celaine levantando el puño hacia María, a lo que esta última respondió con un choque de puños.
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