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—Mira y María permanecieron así por un tiempo hasta que, eventualmente, María se compuso. Lo único que había querido todo este tiempo era hacerse amiga de Mira, o al menos causar alguna conmoción en el corazón de Mira.
Parecía que todas las pruebas por las que había pasado hasta ahora no habían sido en vano.
—Parece que finalmente me ve como algo más que un cadáver en espera, jeje —María bromeó para sí misma.
—Volvamos donde está Celaine y busquemos un lugar que no sea tan abierto. Será problemático si nos encontramos con otro ataque sorpresa mientras intentamos protegerla —Mira sugirió y soltó a María.
María asintió con la cabeza y la siguió.
No les llevó mucho tiempo llegar a donde Celaine, que aún estaba inconsciente. Se adelantaron y la arrastraron de vuelta a la mazmorra, ya que ese es probablemente el lugar más seguro que tienen inmediatamente accesible.
