En un calabozo cubierto de hielo, había una belleza divina sentada en un trono de hielo, mirando hacia dos mujeres con una expresión impasible en su rostro.
—¡Demasiado débiles! ¡Incluso suprimí mi fuerza a vuestro nivel! ¿Se os atrofiaron los cerebros en el poco tiempo que llevamos en este mundo? —La chica en el trono de hielo, Mira, les gritaba a María y Celaine mientras ambas yacían en el suelo con dolor.
—¡¿Cómo puedes decir algo así con la cara tan seria!? ¡Eres simplemente demasiado poderosa! ¡No es como si alguna vez te hubiéramos vencido antes, cómo esperas que ganemos ahora que la brecha de poder ha aumentado?! ¡Sin vergüenza! —María se quejaba mientras empezaba a sanar su cuerpo.