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Un año y medio pasó en un abrir y cerrar de ojos y las cosas iban bien para la familia de Mira.
Alyssa dio a luz exitosamente a otra hermosa niñita. Esta niña tenía el cabello blanco y los ojos azules cristalinos que muchos consideraban "santos" o "divinos". Las personas también se sentían un poco más tranquilas en la presencia de esta niña. La niña se llamaba Aurora.
Con Mira siendo tan conocida en el pueblo, Aurora también se volvió extremadamente popular, lo que causó otra ola de clientes que visitaban el restaurante. Se detenían con la esperanza de poder ver a la Pequeña Aurora.
Mira también empezó a madurar a un ritmo mucho más rápido que antes, ya que ya comenzó a planear un pequeño curso de enseñanza para someter a Aurora cuando se hiciera un poco mayor.
No estaba segura de cómo debía actuar una hermana mayor con una hermana menor, pero quería mimar y proteger a esta pequeña hermana suya.
