—Ugh... —Mira gemía mientras abría lentamente los ojos. Su cuerpo estaba ligeramente adolorido después de lo ocurrido ayer.
Se dio cuenta de que Celaine y María estaban tumbadas en el suelo a su lado, durmiendo. Mira entonces miró a su alrededor y notó que estaban en un lugar desconocido. Las paredes a su alrededor eran de un negro brillante, igual que el Castillo Negro que vieron ayer, pero por alguna razón, la habitación estaba iluminada brillantemente a pesar de que las paredes eran negras.
«Recuerdo haber escuchado una voz antes de desmayarme. Supongo que quienquiera que fuera probablemente nos arrastró al Castillo Negro», Mira pensó para sí misma y frunció el ceño, pero se alegró de que quienquiera que los hubiera arrastrado al Castillo Negro no los matara.
Luego tomó un poco más de tiempo para inspeccionar la habitación y notó algo extraño. La habitación estaba completamente vacía, excepto por un pequeño montón de polvo blanco en una de las esquinas.
