—Qué mala suerte... —murmuró Mira para sí misma mientras miraba hacia arriba.
Celaine y María también abrieron los ojos, dándose cuenta de que no estaban muertas aún, pero sus rostros palidecieron al instante.
—¡¿P-P-Por qué nos teletransportamos aquí?! —gritó María asustada y Celaine también temblaba.
Ahora las 3 estaban en medio de un masivo tornado con relámpagos cruzando los cielos así como dentro del tornado.
Para empeorar las cosas, cristales de hielo afilados como cuchillas volaban por todas partes, amenazando su propia existencia.
—Esto es muy problemático. El trueno no sería tan malo, pero este tornado es extremadamente peligroso. Tampoco sabemos si va a permanecer en un solo lugar ni cuánto durará el tornado. Pero viendo su tamaño, supongo que no desaparecerá pronto —Mira explicó calmadamente mientras intentaba examinar todo.