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Mira volvió a su habitación de muy mal humor. No solo sospechaba que las cosas desagradables que sucedían a su alrededor no se debían tan solo a su mala suerte, sino también a causa de la persona que la puso en esta situación. Obviamente, no tenía manera de demostrarlo en este momento, pero calculaba que probablemente había un 60-75% de posibilidades de que fuera por él. Por supuesto, no descartaba su propia mala suerte. Mira también estaba molesta porque no consiguió matar a su objetivo, no solo eso, sino que el tipo ni siquiera fue castigado por el Maestro de la Secta. Sin embargo, esto no le causó demasiado problema ya que para ella unos pocos años son prácticamente nada.
Cuando llegó a su residencia, María y Dominique pudieron darse cuenta al instante de que Mira estaba de mal humor. Ambas querían preguntar qué había ocurrido, pero Mira simplemente las miró con dureza y se fue a cultivar a su habitación.
