Al ver al hombre mayor cerrar los ojos, Esther se giró hacia su esposa para suplicarle con fervor —Madre, ¿qué es más fácil? ¿Dejar que yo dé a luz a ese niño o permitir que Theron sea atormentado por la eternidad? Podemos prevenir que sufra tal destino. Por favor, les suplico que no permitan que eso suceda. Me entienden, ¿verdad, Madre?
A pesar de sus lamentables sollozos, la pareja mayor aún optó por permanecer en silencio, por lo que a Esther no le quedó más remedio que aferrarse a un hilo de esperanza.
—En el pasado, cuando salvé la vida de Madre y de Theron, ambos prometieron cumplir un deseo mío. Ese deseo prometido bajo el nombre de la Familia Ivanov permanece sin usar hasta el día de hoy.