—Atrapadla y conseguid ese bebé.
—Tenemos que capturarlos o la gran emperatriz os castigará a todos.
—No la lastiméis. Capturadlos con vida. La gran emperatriz los castigará ella misma.
En la oscuridad, una mujer corría llevando a su bebé en lo profundo del bosque donde ni siquiera la luz de la luna podía alcanzar su superficie.
En la oscuridad nada era visible mientras el bebé abría sus ojos solo para llorar, pero una mano cubrió su boca y la mujer continuó corriendo mientras murmuraba en voz baja:
—Shh..no llores. Pronto estaremos seguras, Madre te protegerá.
Entre los diversos sonidos que venían de tanta gente corriendo sobre el suelo cubierto de hojas secas y ramitas de los árboles esparcidos por todas partes, hubo un sonido fuerte y repentino.
¡Thud!
¡Ahh..!
Una luz brillante apareció de repente desde algún lugar y al momento siguiente todo se oscureció.
—¡Mi Reina!