—¿Nos vamos? Leonard ha preparado todo —informó Arlan mirando a Drayce.
Drayce asintió mientras Seren tenía curiosidad por saber a dónde irían después.
—¡Guau! Tío Arlan, ¿de verdad vamos a salir? —preguntó Rayjin.
—Por supuesto, traviesa niña. Debemos ser buenos anfitriones con nuestros invitados —respondió Arlan.
—Lamentablemente, no puedo acompañaros —comentó Alvera, pareciendo un poco arrepentida de no poder ir con ellos. Desde que entró en la casa del Duque de Wimark hace años, raramente podía salir de la residencia ducal, tanto por sus deberes de criar a Rayjin como por sus tareas como dama de la casa. Se volvió aún más difícil ahora que está embarazada de nuevo. Sin mencionar que sus dos hermanos menores eran adultos con vidas ocupadas propias, y como tal, pasar tiempo juntos como antaño era una oportunidad difícil de conseguir.
