—¿Como una adquisición hostil? —pregunté, más confundido que nunca. La única base digna de ser tomada en este país era la Zona Segura de la Ciudad A que estaba a cargo de Zhao Jun Jie, y aún así, realmente no valía la pena.
—Exactamente —dijo Wang Chao asintiendo con la cabeza.
—¿Pero por qué? —No estaba seguro de lo que pasaba por su cabeza. ¿No entendía lo que significaba tomar una base?
—Porque nos será útil en el futuro —repitió como si eso fuera la clave de todo. Ahora que lo pienso, supongo que lo era.
—Haz lo que quieras, pero yo no tendré nada que ver con eso, y él todavía necesita morir —suspiré. Realmente había sido demasiado bueno con ellos, supongo.
Wang Chao asintió en acuerdo y se giró para mirar al otro hombre. Deng Jun Hie tragó saliva mientras retrocedía de Wang Chao hasta chocar contra una pared. Wang Chao seguía avanzando, ni acelerando ni disminuyendo su paso, su mirada inalterable.