—Tienes miedo de los zombis —dije, mirando a Hao Jing Ya como si fuera algún tipo de especimen desconocido frente a mí. El hecho de que había pasado diez años aterrorizada por los zombis al punto de que en mi tercera vida, había planeado encerrarme lejos de todo solo para evitar los zombis nunca cruzó por mi mente.
—Cualquier persona cuerda tiene miedo de los zombis —respondió ella de forma cortante, sin desviar su atención de la puerta del sótano de donde provenía el rugido de los zombis.
—¿Tienes miedo de los zombis? —pregunté, girándome para mirar a Mao Jing. Admitiré plenamente que quizás no cuento como el ser más cuerdo, así que decidí pedir la opinión de alguien más.
—¿Originalmente? —preguntó Mao Jing, parado justo al otro lado de Liu Wei—. Sí, tenía miedo de ellos. Sin embargo, ya no.