—Entonces supongo que sí posees alguna forma de inteligencia —se encogió de hombros Liu Wei, sin preocuparse en lo más mínimo por los sentimientos u opiniones de Lonnie. Su Corazón estaba inconsciente, y él aún no había podido abrazarla y asegurarse de que estaba bien. La gente simplemente tendría que lidiar con su actitud.
—Bueno… Bendito sea tu corazón —sonrió Lonnie mientras inclinaba la cabeza hacia un lado y lo miraba—. ¿No eres acaso adorable?
Liu Wei no se molestó en responder a sus comentarios, sino que dejó escapar un suspiro de disgusto. —¿Ya terminaste?
—¿No tienes irritación, al no poder abrazar a tu mujer? ¿Por qué no se la quitas a tu hermano entonces?
—Porque ella también es la mujer de él —replicó Liu Wei—. Ahora, ¿te vas a quedar aquí o buscarás otro lugar para vivir?