—Wang Chao extendió su mano y agarró el brazo de Li Dai Lu justo cuando un tiburón se dirigía hacia ella, apenas evitándola con sus dientes —continuó el narrador—. Jalándola más cerca a sus brazos, nadó hacia la superficie, sin ser impedido en lo absoluto por su pesada armadura dorada.
—Avistó a Liu Yu Zeng y al resto de sus hombres nadando hacia abajo, pero él negó con la cabeza y señaló hacia la superficie —explicó—. Chen Zi Han también negó con la cabeza en respuesta y continuó nadando hacia ella. Al llegar a su lado, tomó la manguera de oxígeno de su propia boca y la insertó en la de ella.
—Le tomó unos segundos darse cuenta de que ella no respiraba por sí misma —relató— y Chen Zi Han intentó desesperadamente pensar cómo podría salvarla bajo el agua. Quitándole la manguera de oxígeno de la boca, colocó una mano en su pecho, tratando de sentir el exceso de agua en sus pulmones.