—¿Creado para mí? —dijo Liu Wei sorprendido—. ¿Quieres decir
—Soy la moto bajo ti —acordó Reaper mientras aceleraba su motor.
—Entonces, si fuiste creado para mí, ¿por qué Li Dai Lu significa tanto para ti? —preguntó Liu Wei. No es que estuviera molesto porque a Reaper le preocupara tanto el bienestar de su mujer, era más curiosidad.
—Fui creado para ti, pero le sirvo a ella —respondió Reaper justo antes de que su voz pasara por los auriculares, interrumpiendo cualquier conversación que los demás estuvieran teniendo—. Dirígete a Ciudad A. Nos llevará un rato llegar allí para que ella pueda dormir bien antes de que necesitemos instrucciones más detalladas.
—Puedo decirte cuando estemos más cerca dónde está la casa —dijo Liu Wei en voz alta.
—¿Y nuestros hombres? —preguntó Wang Chao—. Nos están esperando de vuelta en Ciudad Y.