Se había hablado en mi vida pasada de que los humanos eran en realidad extraterrestres que se establecieron en este planeta hace millones de años, y cuanto más lo pensaba, más sentido tenía. Literalmente, todo en este planeta, desde los insectos hasta los animales y la mayoría de las plantas tenía algún tipo de protección contra los depredadores... excepto los humanos.
Usamos nuestra inteligencia para construir hogares que nos calentaran cuando teníamos frío y nos refrescaran cuando teníamos calor. No teníamos ninguna habilidad natural para regular nuestra propia temperatura corporal con un grado de eficiencia. Un gato podía salir en invierno y mantenerse algo cálido y luego volver al interior y no morir de calor.