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Mientras caminaba por el pasillo, Yu Mei sacó su teléfono y marcó un número privado. Una voz ronca contestó después de unos tonos.
—Señorita Yu —saludó la voz.
—Tengo una tarea para ti —dijo Yu Mei cortantemente, su tono no dejaba lugar para negociación.
—Indaga en el pasado de Yu Holea. Quiero cada ápice de evidencia de su involucramiento con cualquier figura cuestionable, no importa cuán menor. También necesito a alguien... dispuesto a manchar más su imagen —el hombre al otro lado de la línea soltó una risa oscura—. Considéralo hecho. ¿Algo más?
—Sí —continuó Yu Mei, su tono goteando con malicia—. Falsifica documentos e imágenes que sugieran una relación inapropiada entre ella y Qiao Jun, que date de antes de que ella cumpliera dieciocho años. Hazlo condenatorio.
—Entendido —respondió el hombre antes de colgar.