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—Hagan lo que les digo, protejan al Maestro Yu y váyanse...
Sin embargo...
Sin embargo, antes de que Sun Dong pudiera responder, el Maestro Celestial Gui cerró rápidamente la distancia entre él y Yun Jilang.
Con un movimiento de su mano, hizo que el arma de Yun Jilang saliera volando de su agarre.
Yun Jilang intentó defenderse con su pequeña habilidad en artes marciales, pero el poder del Maestro Celestial Gui era abrumador.
Lo incapacitó sin esfuerzo, dejándolo incapaz de moverse.
Sun Dong, al presenciar la derrota de su líder del equipo, sintió una oleada de ira y miedo.
Viendo a Yun Jilang tendido en el suelo indefenso, Sun Dong se volvió y le dijo a Yu Holea,
—¡Maestro Yu, vete! ¡Corre! Deja que yo y el líder cubramos por ti.
