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Desde la cara de Frank, era evidente que estaba destinado a ser un plebeyo pero aún tenía un anillo dorado alrededor de su cabeza.
¿Tomando suerte prestada?
Frank notó la mirada de Yu Holea y la miró, pero de repente sus pupilas se dilataron y una expresión hambrienta apareció en sus ojos.
Yu Holea se estremeció por alguna razón y frunció el ceño.
Yan Jilang le dijo a Yu Holea,
—Vámonos.
Yu Holea asintió y se dirigió al estacionamiento en la planta baja del hotel con Yan Jilang.
No había nada en la planta baja excepto por algunos autos.
Después de buscar durante mucho tiempo, Yan Jilang y Sun Dong no encontraron nada.
De hecho, chocaron entre sí unas cuantas veces, lo cual era extraño.
Durante todo el tiempo, Yu Holea estaba observando la expresión despreocupada de Frank.
—Holea, no encontramos nada —le dijo Sun Dong a Yu Holea en voz baja.
Yu Holea asintió mientras Frank sonreía de repente y decía,
—Dado que no han encontrado nada...
