El Maestro Celestial Zhu estaba estupefacto. No podía creer lo que escuchaba.
¡El pequeño actor a quien había contratado le estaba gritando!
—Tú...
—Maestro Celestial Zhu, la señorita Yu aquí presente es una de las personas más capaces que conozco. Por favor, actúe en consecuencia —insinuó Hu Song.
Sus palabras calmaron instantáneamente al Maestro Celestial Zhu.
Al Maestro Celestial Zhu le tomó unos minutos entender que Hu Song conocía a Yu Holea y que Yu Holea tenía un poderoso trasfondo.
Todos los pequeños pensamientos que el Maestro Celestial Zhu tenía en su mente desaparecieron instantáneamente.
Una de las razones por las que había contratado a Hu Song es porque Hu Song siempre le ayudaba a identificar si la otra persona debía ser ofendida o no.
Hu Song suspiró aliviado y dijo,
—¡Okay! Ahora que todo está en orden correcto, podemos comenzar.
Se volvió hacia la señora Ye y preguntó,
—Entonces, ¿puede decirme los síntomas que ha sufrido hasta ahora?