Yu Holea decidió reportar el caso a la fuerza de oficiales especiales. Un caso de tal tipo no puede ser ignorado.
—Quién sabe qué habrá hecho hasta ahora ese Maestro Celestial —se dijo—. Si ella involucraba a la Fuerza de Oficiales Especiales, ellos continuarían investigando al maestro celestial y averiguar si hay más casos como este sucediendo o no.
—Quédate atrás —instruyó Yu Holea a Wu Ainan, quien obedeció retrocediendo, aunque su mirada nunca se apartó de sus padres.
Yu Holea canalizó su energía mística y creó una barrera alrededor del apartamento de Wu Aidan para asegurarse de que ningún fantasma huyera durante el proceso de limpieza.
Una luz etérea azul y dorada comenzó a difundirse lentamente en el aire.
Las caras de los fantasmas que esperaban ansiosos la muerte de los padres, hermanos y de Wu Ainan, cambiaron.
Primero miraron a Yu Holea con odio y malicia en sus ojos, pero cuando vieron cuán poderosa era, se asustaron y comenzaron a huir.