Ahora que todo ha salido bien, Yu Holea solo quería olvidarse de la ciudad de la diosa.
Por alguna razón, sin embargo, de repente recordó a la candidata Fénix. ¿Se convertirá en la próxima diosa?
Solo Dios sabe.
Yu Holea negó con la cabeza. Simplemente necesita pedirle a la diosa que elimine la marca de candidata de ella y la relación entre ella y la ciudad de la diosa terminaría por completo.
Sin embargo... Yu Holea no sabía... que la relación entre ella y la ciudad de la diosa nunca terminaría. Porque aunque ella se haya ido, los candidatos de...
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La Ciudad de la Diosa.
En una lujosa villa.
Gemidos dolorosos llenaban toda la villa.
El asistente y el caballero que paseaban por la sala de estar no pudieron evitar preocuparse.
—Ella... ¿por qué está con tanto dolor? —preguntó el asistente.
—No lo sé... —respondió el caballero.
—¡Ahh... ni siquiera está lista para dejarnos acercarnos! —dijo preocupado el asistente.
Más sollozos dolorosos llenaron la villa.
